Paaaaan, paaaaan !!
gritó el vendedor
y la carita de un ángel
brilló con inocente fulgor.
La larga espera al fin culminaba
el grito del vendedor
ricos manjares anunciaba.
Pan abola!! Pan abola!!
la voz, en música del cielo se tornó
y la alegría de un niño
tu corazón iluminó.
Brincos de alegría, saltos de emoción
que imagen tan hermosa
la vida regaló a tú corazón.
Vamos !! Vamos!!
en cada respingo
parecía clamar
y su mano de la tuya con gusto se dejó llevar.
Un jardín de exquisiteces
la canasta ofrecía
que indeciso, con los ojos el pequeño relamía.
Panecillos de mil colores
arcoíris de sabores
que del horno de piedra el panadero arrancaba,
momentos que la vida a la abuela regalaba.
Bendito es quien logra infantil sonrisa recibir,
eso, del cielo es un regalo
y que algarabía de campanas en tu corazón harán tañir
Otra tarde llega, pronto el sol caerá
sopla el viento como tibia ola
ya el canto del pregonero traerá
y tu corazón impaciente espera el grito ¡oye abola! ¡oye abola!..... grito que bendecirás.
Gastón Medina Vázquez.