Es del año la fecha más hermosa
porque nacen de luz floridos ramos;
y los hombres, de forma esplendorosa,
nuestros pechos de paz los inundamos.
Al compás de campanas estridentes
arreglamos pesebres navideños,
y sembramos ternura en nuestra mente
desterrando rencores zahareños.
Veo rostros tan llenos de alegría,
pues reflejan grandiosos sentimientos,
y se escucha, de fe , la sinfonía,
anegando de amor los pensamientos.
Todo luce con auras siderales,
las sonrisas parecen regios soles
que iluminan con rayos celestiales;
cual si fueran, del bien, regios crisoles.
Y contemplo que nace el ser humano,
cuando observo su tierno devenir;
por tenderle piadosa y noble mano
al que sufre de negro porvenir.
¡Es entonces que surge la esperanza
que relumbre de nuevo la piedad;
y se llene la gente de bonanza
como un mundo en eterna navidad!
Autor: Aníbal Rodríguez.