Desde la flor,
que se abre en la mañana,
surge la luz.
Te veo a ti,
preciosa mariposa,
con tus colores.
Vuelas sin rumbo,
me dejas tu sonrisa
y soy feliz.
Sueñas despierta,
alcanza las estrellas,
¡sueña conmigo!
Porque los sueños
de miel y manzanilla
son los mejores.
Néctar sabroso
bebido por los labios
enamorados.
La luna llena
sonríe, desde el cielo,
con nuestros sueños.
¡La mariposa
bebiendo poesía
en otros labios!
Y ese poeta
perdido entre sus alas
sigue soñando.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/12/19