¿Decepcionado?
Doblado.
La chispa adecuada,
contemplo el río.
Mil caras he vuelto a estudiar
en mitad de la pista,
y mil veces no vuelvo a encontrar
la senda de la felicidad...
¿Quien conoce mi alma?
¿Quien sabe de mis anhelos?
¿A quien le importa?
No soy más que un disfraz
sumergido en este baile de máscaras,
de espirituosidad y apariencias,
llevado por la experiencia
otras mil veces repetida
hacia el colchón de la soledad.