ricardogonzález

Esperanza sin perder

Le canto al dolor y a los poemas de la semana pasada, le pregunto a las miradas y me contestan los \"hubiera\", porque sé que ésta historia pudo ser contada de una forma diferente.

Me siento en la esquina mía, en la esquina de mi gente y veo pasar a las madres con sus hijos de la mano, me pierdo en sus lindas muestras de cariño, y al desear ser un niño, para llorar debajo de la falda de mamá, comprendo que felicidad no es sinónimo de abundancia ni riqueza, sino de lucha, de falta y de constancia, quisiera que mis versos encerraran su fragancia y quisiera que ella me enseñara a vivir cada momento, sin excusas y sin inventos, que quitan elegancia, a la hora de soñar, con lindos gritos de independencia.

Lloro sobre las cartas que no llegaron, lloro por un mundo lleno de posibilidades, por toda la tristeza que he tatuado en mi corazón, por la falta de insistencia, y existencia de valentía, por lo que digo y lo que decía, por el presente remordimiento, lloro y me arrepiento, porque no hay reloj que me regale el tiempo, que necesito para decirle que la quiero y para siempre.