Claudio Ernesto Poeta

24 de diciembre

Querido  veinticuatro de diciembre

 

Compartimos desde la vital humedad de las raíces

hasta los colores de la flor

estaciones bipolares

cayendo del calendario.

 

Tambaleándote entre espíritu y vitrinas

entre arbolitos llenos de regalos

y entre no arbolitos en no casas de no alegrías;

entre copas de respiro fácil

y hospitales

entre calles abiertas

y candados,

llegas.

 

Veinticuatro de diciembre

mural de los deseos

necesaria pausa

cenáculo en multiplicación.

 

Gracias por la simbiosis

por tus oxigenadas caricias

en mis íntimos caminos.

 

Mi eterno cariño para ti

cordialmente,

 yo,

ese flaco empedernido que corría

por el antiguo pasaje

reventando  petardos

saludando a medio mundo,

sí, ¡ese!