Siguen hundiéndose, sin fin, pateras
sigue tiñéndose la mar de rojo
siguen cerrándose los negros ojos
que no soportan la fatal espera
suenan heridas de cruzar fronteras
y las desoyen sin sentir sonrojo
mueren los sueños que nacieron cojos
se encarga el tiempo de matar quimeras
los hay que esgrimen una cruel razón
para alejarles del jardín querido
sin importarles su presente herido
no tienen dudas en ahogar* su mano
niega la vida su feliz ración
mientras supura el egoísmo humano
*sinéresis
Chus Castro 17/12/2019
Soneto sáfico puro (4,8,10)