Cada vez te pienso menos, es cierto.
Y a veces casi siento que ya no te extraño, ni que me hacés falta. Eso también es cierto.
Aunque, aún así, lastimosamente, también es cierto que otras... Stop. Borrar. No voy a seguir.
Porque ahora entiendo que escribirte, es de alguna manera traerte de vuelta. Y los males si conocidos, hay que procurar evitarlos.
No existís más. Te soltaste. Y yo, me estuve soltando todo este tiempo.
Ya no hay nudo. El lazo quedó marcado, pero ya no está.
Libertad. Claridad. Pensamiento.
Vuelvo a ver. Y hay tanta luz. Ahora es toda para mí.