Hoy no quiero recordarle
Pero el ventanal aborta una ópera sombria de cabellos perfumados, dirigida por aquella mano que arroja la llave de su bélica piel.
Hoy no quiero recordarle
Pero mi flota de invasoras memorias se hunde en mis visceras sin fondo que anhelan el trago de sus navegantes labios.
Hoy no quiero recordarle
Pero el reflejo en el espejo dejó atras aquel rostro jobial, preso en su iris color obsidiana.
Entonces le recuerdo para revertir el designio de no querer recordarle.