Cuando mis moléculas se deshagan,
Serán partículas de fina estirpe,
Bregando tenaces a la intemperie,
En donde sus energías se entregan
A la feliz concordia de su afán,
Del empeño tenaz y coherente
Fraguado con misterioso lenguaje
Propicio para los que colaboran.
Reuniones conseguidas con talante,
Mientras miles de conexiones vibran,
Ya con el protagonista distante.
Verán que no es asunto de un instante,
El fragor resultante lo eternizan
Los mitos legendarios del envite.