Te condeno a olvidarme,
Pero que de vez en cuando
Te aborde la melancolía,
Que de vez en diario
Destellos de recuerdos vuelvan
Pero sólo un poco, quizá una vez o dos,
O quizás mil veces al día.
Te condeno a olvidarme,
Y que por las noches los recuerdos te inunden,
Te asalten como un ladrón cobarde, en un callejón sin salida.
Que entre sueños me mires,
y despiertes pensando mensajes ocultos,
esos que Dios te da en tus sueños,
cuando caminas y miras al cielo,
O al leer mi simple y llana poesía.
Te condeno a olvidarme,
Pero cuando escuches esa canción
O quizá solo la melodía,
Vuelvan bellos momentos
En que fuiste casi tan mía.