Habito furtivo en su vientre tranquilo
Repiro fuerte y entrecortado desde este anonimato
Mi pecho arde
Y la ciudad reposa
Salgo jadeante, fauses abiertas,
Ojos que deboran, palabras que se desvanecen
Salgo
Pero la ciudad parsimoniosa me engulle
Inerte
Peleo entre telarañas y tormentas de arena
Me exhalto
Pero solo alucino
Y la ciudad afuera, paciente, me deja
Me deja con mis malas intenciones
Me deja con mis malos habitos
Me deja con el tiempo que poco a poco me digiere