hablando con mi conciencia
le pregunte que le atormentaba,
y entre lagrimas de tristeza
me respondio en pocas palabras,
la falta de humildad
que muchas veces yo reflejaba,
y los errores cometidos
que desapercibidos pasaban.
pensando me quede un poco
y le encontre toda la razon,
pues muchas veces el orgullo
endurece al corazon,
no ciega y nos pone arrogantes
para no reconocer y pedir perdon.
y entre lagrimas de tristeza
con ira me reprendio:
_de tu orgullo y tu arrogancia,
de tus errores cometidos,
y de la humildad que te falta,
para reconocer que te haz equivocado
y que perdonar le hace bien al alma.
pensar que muchas veces
erramos en el camino,
y nos falta tanta valentia
para no reconocer los errores
vilmente cometidos.
errar es humano
y perdonar es divino;
si te has equivocado,
reconoce, pide perdon
y sentiras un gran alivio.