Catelgood

Síncope

Ya volví… a todo corazón, volví

Desde dónde nadie quiere ir…

Y ahí, te vi…

¡Te hubieras visto!... radiante y feliz

Con esa sonrisa que te hacía tan linda

Y esa mirada zafiro, enmarcando el carmesí

De tu sonrisa sólo para mí…

Te tomé la mano, te abracé cantando

Y por la orilla del lago, paseamos…

Tu no hablaste, pero tus ojos decían todo

Y sonreías… ¡cómo te vi reír!…

Luego, con una mirada radiante, me viste,

Sonreíste como si fueras feliz…

Y tomando mi rostro entre tus manos, dijiste:

“Vete ahora… tú no eres aún de aquí”

Uno, dos… veintiocho… gritó la voz

“Lo tenemos de vuelta, se coreó”

Y los latidos mis sienes taladraron

La voz de blanco, volvió…

“Amigo, qué trabajo nos costó” …

Ya volví… a todo corazón, volví…

Pero, caray… ¡te hubieras visto!...

Tan hermosa, tan feliz…

Y sigo aquí… volví… sin ti…