jesus guzman

LUCIERNAGA NOCTURNA

Luciernaga nocturna,

cuerpo transparente,

tempestad y delirio.

 

La noche clava en ti su silencio

y un rumor de caricias

se cuelga en el viento.

 

Mis manos te buscan desesperadamente,

mi locura anida en ti:

ojos donde el crepúsculo escribe un verso,

piel que socava los labios.

 

Déjame libre el camino que todos

los mios conducen a tu pecho,

paloma celeste que abraza la tarde,

afiladas caderas

por donde ruedan mis labios. 

 

Allí donde la vida se me agota,

entre la delgada línea de tu soledad

y mi fe, alli amor mio,

allí la vida nos olvida.