Se oyen descargas
de los trazos más creíbles;
que se infunden por las cavidades.
Se llenan los vacíos
con luciérnagas etéreas;
al mecer los pastizales.
Se atrofia el olvido;
al enraizar memoria larga
conjugando dos alientos
en latitudes inimaginables.
Hoy no cantan las aves
no lo hace el cielo;
tampoco la tierra ni el mar
es solo un canto entre tu y yo.