Se desvanece en la eternidad el 2019
y con él
promesas incumplidas,
la esperanza perdida,
ilusiones hechas trizas,
y alguna que otra, fantasía prohibida...
pero nos deja
lecciones aprendidas,
alegría compartida,
caricias recibidas,
y sobre todo, la fe reestablecida...
Deseo que el 2020 colme
tu mente de ciencia,
tu corazón de prudencia,
tu alma de paciencia,
y una vida plena que afiance tu creencia...
Y ojalá con el tiempo
guardes en tu memoria el recuerdo
de alguien que caminó junto a ti en el sendero
y escribe versos... ©