Murialdo Chicaiza

LOS QUE SE AMAN

Los que se aman oyen por las noches

el ruido de copas de cristal movidas por gatos.

Los que se aman acarician en la madrugada

sus tibios pubis con dedos furtivos.

Los que se aman entrecruzan las piernas

como si quisieran abrazarse por siempre

y nunca ser encontrados por nadie.

Los que se aman inauguran por enésima vez

un ritual antiguo e intentan destruir la muerte.

Los que se aman besan sus silencios

y construyen altares con sus nombres.

Intuyen que cualquier día amanecerán

entre la hierba húmeda desnudos

y llenos de cicatrices y cuchillos.

Los que se aman se expulsan 

de sus mínimos paraísos

dejando detrás espadas encendidas

y agónicos ángeles de la muerte.

Los que se aman se retiran buscando

senderos de luz alejados de la niebla y el frío

donde sus almas puedan beberse unas a otras.