Diciembre ya te vas,
en medio de un charco de larga lluvia
ya te vas,
cargado de crespones como luceros
de hiriente luz
¡Ya te vas!
Aquí se queda un corazón con su golpe
como una inmensa pedrada
en su honda cavidad
y en la fragua de la ausencia
arderá con su áspero lamento
recuerdos
aviados de una íntima emoción
Diciembre que atisbas
el dolor instantáneo de estas fechas,
vas con tus marías
cantando versos,
para estos huesos lacerados
en su cruz de vida
que siguen husmeando en su fragor
una consoladora despedida.