Comienzo de año 2020.
Primer día en el cual todos
los seres del mundo, amanecemos
con fe, alegría, amor, amistad, aceptación...
El destino ha querido que todo esto
exista en mi corazón de anciano sensible.
Mi sensibilidad me conduce
a que aparte de todos estos sentimientos,
también he amanecido con dolor.
Dolor en el alma.
Por haber sido eliminado por un amigo poeta.
Un regalo que éste me otorga.
Esta madrugada nuevamente,
ha rechazado mi amistad.
No lo puedo creer.
Pero debo aceptar.
Un poeta que ha sido uno
de mis más grandes hermanos del alma.
No soy consciente que haya ofendido o herido.
O tal vez sí, para él.
No sé si te has de enterar
de este sentir, poeta.
Me agradaría que así sea.
Aunque, seguro estoy, por tu actitud,
no me darás la chance de volver
a ser amigos, como hasta hace poco.
La verdad es que me siento mal.
Pero mi vida ha de continuar.
A veces cometemos errores,
sin darnos cuenta.
No tengo la menor idea
del por qué de su actitud.
Me resigno.
No sabido valorar mi amistad.
FUE, un hermano del alma.
Para mí, sigue siéndolo.
DIOS CONTINÚA EN MÍ.
HUGO EMILIO OCANTO
1-1-2020