A lo lejos, bajando inmensidades,
calor suave, olor a chocolate,
unas olas empapan de nostalgia
la arena amarilla, los bañadores de contraste.
Desborda tus penas,
bajando las montañas
peregrinación de ruedas
el horizonte del mar que se eleva.
Piel tostada, olor de cremas
los vendedores marcan sus pies en la arena.
Dunas de arena,
enterradas en un oleaje tranquilo,
más allá de las manchas azules
en el mar de turquesas
bancos de peces, retrato de vida.
Acordes de nostalgia,
noches tranquilas, calles vacías
la luna refleja en el agua
luna menguante, ¿qué escuchas?
hay una canción que resuena
siempre entre la playa, los hoteles, la brisa.
Bajando los escarpados caminos,
kilómetros de pesadas ruedas,
el bosque de pronto se tiñe de palmeras
espectáculo luminiscente
el agua llena de vida.
No estamos muy lejos;
me susurra el recuerdo de las playas,
arropándome en mi vieja estancia,
en mi vida vacía
el recuerdo de mis pies grabados en la arena.