¿Por qué mirarme constante,
como si fuera constante;
cuando soy muy inconstante,
y eso, a cada instante?
Cada momento que pasa,
algo en mi cuerpo pasa,
que me hace diferente,
lo mismo pasa a mi mente.
Soy como el agua que corre
y no regresa al camino
que recorre...
por el cual vino.
Los cambios son muy normales
y estoy consciente de ello;
son como un destello,
brotado de mi cabello.
No necesitan permiso
los cambios acontecidos;
por ello son bienvenidos,
y cuando puedo, los reviso.
¿Para que luchar? me digo,
a lo que control no tengo;
entre cambios me mantengo,
a los cambios...que no obligo.
Autor:Bernardo Arzate Benítez