Cómo suspenderme en mi sueño para el sueño eterno,
y conocer a para siempre con los ojos extintos.
Ahí nadie me encontraría
¡y lejos! ¡muy lejos!
una paz con pestañas puras
me mostraría algodones romanceros,
liras violetas que no conocería nunca despierto.
¡Allí volaría! ¡Sería halcón con alas de fuego!
¡Un romántico en el romanticismo del canon de Pachelbel!...
Y la boca del cielo con sus dulces labios
Me daría ternezas que no acabarían nunca jamás;
¡Y nunca jamás es nunca jamás las siete veces!
Dejadme adormecer muchacho.