«Medita, lee, escribe, separa el odio infundado hacia quienes no intervienen en tus decisiones íntimas: no envidies la existencia de nadie, porque la muerte igual sorprende a miserables y afortunados. Podrás mejorar tu existencia sin intervención ajena siempre que sincronices tus talentos con el Universo, descartes el infame recurso de injuriar o difamar, expresar idioteces contra triunfadores que lo son por haber dado preponderancia al Juicio para abatir hostiles actuales y por venir»
(Alberto JIMÉNEZ URE)