Déjame que te cuente mi historia
que aún afloran los recuerdos
en mi piel que huele a magnolias,
cuando el amanecer me pintaba
de rosas tiernas y explosivas melazas .
Cuando el río subía hasta el cielo
y la promesa se vestía con versos de alba,
de aquellos días de uvas tardías
de aquellas desnudas noches,
mieles de plata derretidas.
Déjame que te cuente mi historia
cuando recostada en el viento
los vuelos del otoño me mecían
y con mi amor yo los enloquecía .
Cuando desandando los caminos
con secretos apretados en mi pecho
supe de estremecimientos cautivos
que hoy devanan sedas de amor y destinos.
Déjame que te cuente mi historia