Ya pasó la calentura
de la alegre Navidad;
se terminaron bondad
y los rostros de ternura.
Vuelve el mundo a su postura
de cinismo y de maldad;
porque hermosa caridad
por poco tiempo perdura.
Volveremos a observar
esos nobles sentimientos
cuando las pascuas regresen.
Entonces hay que rogar,
p\' ver sonreír hambrientos,
que tales fiestas no cesen.
Autor: Aníbal Rodríguez.