Me enciendes
y me pones a temblar
con el meneo de tus caderas
y me impulsas a levantar
dando saltos de mil maneras.
Vas acelerando mis latidos
entre la luz y la oscuridad
se escucha un suave gemido
en el rincón de mi intimidad.
Me enciendes
y escogí estar aquí contigo
sintiendo lo que es puro amor
como novio, amante, amigo
escogí brindarte mi calor.
Ahora siento el rico cosquilleo
que recorre toda mi piel
dejando mi tinta en oleo
firme y dulce como la miel.