Cuántas veces he soñado,
que te tengo en mis brazos;
y al despertar he extrañado,
que no estás en mi regazo.
Eres idea muy profunda,
que anidas en mi conciencia;
y en la noche moribunda,
por ti clamo de impaciencia.
Llegaste para quedarte,
anclada en mi pensamiento;
y quisiera regalarte,
todos mis lindos sentimientos.
Eres flor muy elegante,
con una rica fragancia,
que aunque de mi estés distante,
bebo de ti tu elegancia.
Eres tesoro en mi consciente,
que al soñarte me llena de alegría;
te abrazo y te beso en mi subconsciente,
y despierto lleno de algarabía.