Si la Luna pudiese hablar, te diría una y tantas cosas al oído... De esas que solo contamos al viento, pero, éste, en un susurro, las eleva al cielo para así ser escuchadas por ella...
Sí la luna pudiese hablar, con su brillo, entonaría la más hermosa melodía... Con sus propias negritas, blancas, corcheas, compás y silencios...
Sí ella pudiese hablar, se tomaría un minuto de silencio en nombre de cada fase propia de sí, aquellas que utilizamos para describir nuestros propios sentimientos...
Sí pudiese hablar, susurraria a tu piel ese secreto que una vez le conté al viento, y éste, en un susurro elevó al cielo mismo para que ella pudiera escucharlo...
Sí la Luna pudiese hablar, no dejaría de contarte cuanto le hablo sobre ti...
Sí la Luna pudiese hablar, entonces, habría aprendido gracias a cada uno de esos secretos susurrados una vez, que le pedimos llevara hasta el oído y la piel de ese ser que amamos...
Sí la Luna pudiese hablar... Te abrazaría en cada una de esas palabras en mi nombre...
Sí ella pudiese hablar...