Y llegó el ocaso
y con él... vino la noche
ambos trajeron tu imagen
escondida entre nubes y estrellas.
Y el viento me trajo tu voz
enredada entre las sombras
y la dejo enganchada a mi pórtico
dónde golpetea mi querencia.
Y la luna envío tu mirada
para regocijo de mi alma
más... celosa por opacar su brillo
la cubrió con nubes de tormenta.
Y la noche se escapa sigilosa
y se abre paso el alba entre penumbras
cuál peine de marfil cadencioso
al cepillar las hebras de tu cabello.
Y aflora el astro rey en el horizonte
mitiga mi ansia y mi recelo
y trae consigo el nuevo día
dónde tu despertar... enamora mi silencio.