Es tanto el resplandor que amor anida,
que solo a suspirar y amar provoca;
los besos que nos brinda roja boca,
el canto de una alondra enternecida.
Nos trae con sus rayos luz nutrida
con halos, que a soñar al alma invoca;
y tiene la sonrisa alegre y loca
del dulce manantial que ofrece vida.
La fuerza del amor es siempre eterna
y tiene de los dioses potestades;
del alma, es la magnífica linterna,
que alumbra en las mas negras tempestades;
con aura de humildad, serena y tierna;
combate de este mundo sus crueldades,
Autor: Aníbal Rodrígurz.