Amor, en los albores del infierno
al alma corazón, se quema adentro,
que mísero es temer al vil encuentro
si inmune es al icor del Padre Eterno.
Que gélido es el soplo del invierno
que rige más allá de nuestro encuentro,
la bestia vil convida al desencuentro
parodia terminal del desgobierno!
El triste corazón llora sus amores
sutil, como temblor entre los dientes
que espera el desenlace de la muerte.
Amor me contarás que ya la flores
emergen, me dirás somos simientes,
y en ellas, se define nuestra suerte.
Claudio Batisti