No ser nunca apuesta ganadora,
en parte es por tener una dinámica perdedora,
o por abusar de la parte lastimera,
o no ofrecer ser una persona vendedora.
Las personas que no son apuestas ganadoras,
son introspectivas y algo derrotistas,
normalmente tremendamente desconfiadas,
de sus propios apoyos y fuerzas.
Las apuestas no ganadoras,
también tienen cosas buenas,
son más humildes y baratas,
y no soportan el precio de las superpotencias.
Las personas, que no son apuestas ganadoras,
pueden y suelen ser más equilibradas,
más acostumbradas al lodo y las caídas,
y con necesidades menos infinitas.
Si tu no eres una apuesta ganadora,
no eres el niño o la niña bonita de la familia,
nadie espera de ti ninguna floritura,
probablemente eres libre para vivir en la espesura.
Si has sido una apuesta maldita,
Ya como caso más de desgracia,
Es probable que seas un gran artista,
porque el arte y la fuerza interna son propias de mentes algo huérfanas.🤔