Ríos de pena y lágrimas de delicadeza
por causa de ideas rojas de intolerancia,
traen imágenes que ojos de infancia
no debían ver. La piel llora impureza
y el sol que quema por la ignorancia.
Muerte se llevó consigo la crudeza
de Satán y sabe bien Dios que tal limpieza
de inocente es como agua que no tiene fragancia.
Así, el comunismo se asea las manos
y esos libros(todos lo libros son castellanos)
que en el futuro dirán quien fue la escoria.
Un país que se quiso purgar del nacionalismo,
pero que, (mirando hacia otro lado) cosechó él mismo
su error haciendo ascender otro nuevo para la historia.