Te espero paciente, serenamente,
Fiel al cruel destino que me condena,
No siento miedo, tristeza, ni pena,
Escucho a Sabina y bebo aguardiente.
Me iré como hombre, sincero y valiente
Y sé que he vivido una vida plena,
Me marcho sin prisa, es mi última cena,
Mañana es el día, río en el presente,
Alguna otra gloria y muchas desgracias
Que aunque pocas ¡cómo las disfruté!
Poca malicia y suficiente audacia
Pido paciencia ya pronto me iré,
Logré sentir ¡a la vida doy gracias!
La misma emoción de aquel que se fue