En una prisión de amor
me encuentro defenestrado
por aquella bella dama
que me dejó abandonado.
Prisionero de sus besos
y también de sus abrazos
cautivo de su sonrisa
esclavo de aquellos lazos.
No he conseguido olvidar
los momentos que pasamos
cuando me entregó su amor
y a esa pasión nos atamos.
La que ha sido vigilante
y la guardiàn de mis pasos
me robo mis sentimientos
y ahora todo son fracasos.
No puede seguir negando
que yo la amé y la amo
pero aquellos sentimientos
para ella son pasado.
Classman