Suplicio y bendición por tu vocación, admiro tu rostro por la dedicación, más tus manos están llenas de pasión, acaricio tu rostro imaginando una bendición, beso tu nariz tal cual sea una constelación, tomo tu labio y lo muerdo como una cereza fresca, recorro tus senos cuán pequeños son sin duda la mejor elección llego a tu vientre de mil batallas donde me regocijo en las estrías que me permiten admirarte, beso tu entre pierna llena acción, llegando a tus muslos tatuados de amor, inclino mi rostro y beso tus brazo que me dan fuerza y bendición me doy cuenta que toda tú eres una hermosa salvación para este tipo que admira tu cuerpo pero sobretodo tu corazón y que la vida misma daría sin contemplación, eres la doncella más bella que dios me puso a su disposición. Te amo con loca pasión, pues aquí tienes un fiel servidor.