Se rompe el casco de las tinieblas,
astillas tímidas de luz se derraman
a lo largo del horizonte, aparecen
contornos de colinas en bruma
sobre un paisaje amaneciendo
En un silencio místico,
el pincel invisible de un artista
pinta una acuarela en el cielo
de matices difusas de luz, iluminado
contornos en tenues tonalidades
Como si estuviera dando a luz,
el cielo revela con orgullo
la aparición de un orbe incandescente
como si ardiera al bautizar
con rayos dorados las costuras de nubes
El viento errante su rumba pierde
al llegar la mañanita de puntillas,
mientras gatos vagabundos,
regresando de sus travesuras nocturnas,
son testigos de la sublimidad de una aurora
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La foto cortesía de David Robert Sugg