Te sueño sola en esos espacios infinitos
entre silencios ingrávidos, luces y sombras,
tus labios se embriagan de colores que no nombras
al traspasar los mundos etéreos e inauditos.
Despierto evoco nuestros parajes favoritos:
allí tus lenes pies lamían verdes alfombras,
nos solazábamos bajo las frescas solombras
entre armoniosos trinos y ausencia de gritos.
Amor, no me arrojes a la voluntad del sino
donde sólo impera el ruido de la tempestad
y mi infeliz alma no alcanza la mar serena.
Déjame ir tras las huellas de tu feliz destino,
como rendido que busca la tranquilidad
en los campos estrellados de la noche plena.
Suspiros y sueños de amor