Cobarde sentimiento reprimido
en impune desprecio a la autoestima
pobre de quien habita una guarida
tan solo visitada por las sombras.
Laberinto de olvido,
escuchando el eco de la voz que no te nombra
que anula tu esplendor y tu belleza
con el simple consuelo de unas horas,
sobrantes del festín que hubo en su mesa.
Abrir el corazón con daga fina
Arrancar el dolor de lo profundo
huir de la retórica que reforzó los muros
donde te hacen morir en la penumbra.
Alza la voz mujer, abre tus alas
que el tiempo vuela, y se escapa la vida
en un quizás, que nunca llega a nada
o un tal vez que es corona de espinas.
Brillar con el sol, alma y pasión
con toda la emoción, se la pura verdad por un segundo
reclama tu lugar en ese mundo, no dejes acallar tu corazón.
Hay tanta magia en el rostro verdadero, que no se oculta,
y sin miedo enfrenta decisiones
sentir profundo que muestra sus razones
y con firmeza lleva de la mano a quien declara amor de sus amores.