Cual halcón a merced del paisaje
sin ruta y encantado por el viento
delibera,sin pausa,el sentimiento
que pacta con la razón, en su paraje.
Más queda descalzo, muy salvaje,
desnudo de tan letal sufrimiento
con la magia de un nuevo \"tiento\"
al que rinde pacifico homenaje.
La vida, a veces, escalando el cielo
donde ignoto enigma y misterio
que llama al silencio de la altura,
calcinarse las alas en el vuelo,
existir en este mundo tan serio;
final de una enredada aventura.
Antonia Ceada Acevedo