Para todas las Margaritas del mundo.
“Margarita,
está linda la mar”;
son palabras prestadas
que yo te quiero dar.
No importa si pensadas,
venidas al azar
o que fuesen arteras.
Con ellas yo quisiera
estarme junto a ti,
crearme un mundo nuevo
que rompiera barreras
o soñado por mí.
Esta mar es distinta,
es la mar de tus ojos,
de tus ojos profundos
y que un día yo vi
en descripción sucinta
y postrada de hinojos.
Salve a ti, Margarita,
que vives en mis versos,
que no cuenta sus cuitas
aunque el tiempo sea adverso;
aunque cambie la vida
ante un mundo perverso.
Roma, invierno del 2020.