Se precipita una llovizna, y la casualidad no es un misterio inspira el ritual del día gris en pensar en recuerdos cuando la melancolía llega improvista de letras...
Ya nada es casual, la mente delate sentimientos y retrae versos sobrios hay algo oculto en cada pensar...
Mi corazón me traiciona, como víctima de esa sensación que tiene el presente y futuro donde palpita la realidad...
Respiro en la sabiduría eterna como interfaz de la vida propia como una canción del ayer
que se desvanece con la fragilidad del tiempo…
No tiene explicaciones las sensaciones cuando duerme la consciencia, y en el mañana aprueba otro día sobre el sol como testigo…
La paz llegará al final al llegar el atardecer y ver asomar la luna entre las nubes grises que esconden su luz...
Las gotas caen sobre mi rostro, y estremecen un suspiro y un frío recorre mi cuerpo, cierro los ojos y escucho el sonido mágico de las gotas que caen sobre mi rostro…
Esa música se vuelve pensamientos díscordios de pasado y el presente, en un cosmos infinito que me lleva a flotar entre mis pensamientos…
Deducir que la vida tiene esa fuerza como llama, y su tristeza en las cenizas entre los latidos del corazón que siguen su camino ante la adversidad y la felicidad…
Vivir cada instante es la humanidad de uno mismo como el vuelo de un ave sin destino para saber donde llegar escribir una nueva historia del futuro próximo…