En un mañana el sol alumbra
sus pestañas.
Sus brazos nos abre
para que a Dios alabe.
Nos muestra belleza.
Nos muestra pureza.
Nos causa emoción.
Admiramos su perfección.
Uno la ve y solo piensa en él.
Otro la ve y calla su altivez.
Uno la viola.
Otro la adora.
Uno la rechaza.
Otro la ama.
Giran y giran a su alrededor
mas ella guardó en su corazón
al que le amó.
La ignoraron.
La admiraron.
La dallaron.
La respetaron.
La odiaron.
La exaltaron.
Unos más de lo malo.
Otros mucho más de lo bueno.
Y de lo que será no lo sabrás.
Mas solo por ahora conocerás
que su decisión se basó
en el amor de su inmenso corazón.
En otra mañana la luz que
resplandece en ella nos muestra
sus brazos de salvación
con sinónimo de amor.