“Cuando me trato más, menos me entiendo.”
Juan de Tassis, conde de Villamediana
No existen las palabras que nos salven,
profundas olas de silencio
arrastran nuestra vida
sin miedo ni conciencia.
En esta oscura calle me refugio
igual que un alma en pena,
al paso de los años
no comprendo
lo absurdo del presente envilecido.
Ciudades y días llenan la mirada,
honduras de amor perdidas
en valles sin aroma,
lugar esquivo donde quedarán
migajas del recuerdo.
Nostalgias en la orilla de mis ojos
que viven tierras y horizontes
henchidos de alada plenitud.
Las noches como siempre traen
sus horas lentas y tristes,
fantasmas de otra edad
y sendas que jamás cruzaremos.
Los años abren grietas de vida,
distancia ponen y cordura
en el presente más negro.
Me entiendo menos cuando más me trato,
nos atan al vivir las preguntas,
el vil retrato de nuestras pasiones.
Desnudo estoy ante lo irremediable,
doliéndome en el alma
los dardos que la muerte procura.
Por todas partes se derrumba el deseo,
montón de escombros y nada.
Desde un balcón humilde veo estrellas
en cielos tras el filo de sombras.
Las plazas van brotando solitarias,
esparcen sus mil ruidos y conmueven
el curso de las horas.
Paisaje que dibuja lentamente
estampas de pasado y del destino,
lo que Dios nos arranca
y deja en la fría noche consumido.