Cuando me ausento
es para encontrarte
hurgando en las cosas
que verticalmente
nos empalman
envolviéndome
en la horizontalidad
aquella
que desterró al miedo
Cuando parece
que no estoy
es que ando
dentro de las cosas
que tú buscas
no por haberlas perdido
sino porque
las has guardado
muy profundo
para que nadie más
escuche como te llaman
Cuando escribo
es porque llegan
olas intactas
llenas de ansias
que parten desde
tus costados tibios
a tropezar impunemente
contra mis pensamientos
y erosionan con su frescura
la paciencia relojera
de mis dedos dormidos
Cuando me callo
es porque escucho
la repetición de tu nombre
socavando la cavernocidad
de esta ciudad difusa
por la que me conduzco
sobre esos rinconcitos
donde te he ido sembrando
para que me sorprendas
durante los instantes
en que el tedio y el cansancio
llegan fagocitando mi atención
Cuando regreso
total y entero
es porque he nacido
nuevamente desde ti
burlando el baile terrestre
alrededor del sol
rotando sobre mis ejes interiores
esos que acumulan
la energía cinética
de cada circunvalación
sobre tu cuerpo
inspirado y fecundo
Eduardo A. Bello Martínez
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