Ha llegado Enero
una vez más, inevitable;
y su presencia y mi añoranza
han escalado al cielo
de mi mente por mis manos.
Hoy está aquí la hora
que otro año me he echado encima,
y en mi idioma y en el gabacho
aun digo, que:
Canto porque lloro y vivo
y vivo porque lloro y canto
y hablo sin saber que digo
y voy sin importar donde ando,
recogiendo como un mendigo
de todo un pequeño algo.
Recuerdo otra vez ayeres:
retratos de todo y nadie,
vagabundo como silencios
de noches en la mañana;
visiones de aquí, de aquellos
viejos tiempos desgraciados,
pasado que al fin de todo:
grisáceo pintó mi cuadro.
Abriles sin más floresta
con risas que no llegaron,
inocencias que sucumbieron
al paso de miedo y llantos,
rescatando breves amores
con cielos de azules tardes...
Amo otra vez de Enero
que solitario llegue
sencillo y remaneciente;
de prisa y tan de repente
y sobrio como demente:
ligero y frío como esta nieve
que cae tan bella y tan lenta
como lágrima de un niño,
como vida de amor: sedienta...
Y ella: blanca su piel
de pronto en mi ser se asienta
mientras espero:
mis años dos más cincuenta:
navega breve mi juventud
hasta mi hoy presente,
y vierto mi infancia
en un trago de luz
para después dormir
lejano: tranquilamente.
...Quiero vivir: con una espina en mi pecho,
morir: con una pluma en mi mano...\"
D. R. © ☺