Hoy es que invoco; a un somnífero perpetuo, para este desasosiego que impera en el mundo, mis letras son gorriones;
rompiendo las cadenas
y a los límites de lo inimaginable.
Voy en busca de Hadas
que atravesien los sollozos
con el canto del amanecer.
Mi música es un arpegio de Mozart
una plegaria al infinito
un resquebrajo para los icebergs.
Esta noche,
la legión de mariposas me acompañan
con las alas en su cúspide
para disipar la negrura
nuestro destino es la aurora.