Es la tarde de los sueños
de respirar y relajar el alma
de atender los sonidos del viento
para abrigar nuestras entrañas.
Es nuestra tarde para escuchar
las promesas del destino
que llegan con suave brisar
para con amor cubrirnos.
Es nuestra tarde del amor
de los rojos del astro sol
que nos canta con fervor
porque a nuestras almas llamó.
A la tibieza de sus rayos
a la ilusión que se estrenó
en dos corazones amalgamados
por su templanza y valor.
Tibia tarde con centellas
de azules, verdes y dorados
ensamblando las estrellas
con nuestro amor forjado.
Con paciencia y confianza
con susurros al oído
con sonrisa de esperanza
y el calor acuñado debido.
Yamila.