Ayer aprendí que la amistad es infinita
Que el cariño se multiplica
Que se pueden sumar los recuerdos
Y se puede elevar al cuadrado los abrazos.
Aprendí que sembrar amor y nobleza
En los corazones infantiles
Es potenciar las áreas de la amistad.
Es hallar el logaritmo del amor en el futuro.
El desprecio es la raíz cuadrada del odio
Y el orgullo es producto de la soberbia
Aprendí que la humildad elevado al cubo
Simplifica los problemas sociales.
Aprendí que el amor de pareja
Es una ecuación de primer grado
Debe haber igualdad entre el dar y recibir
Para encontrar la incógnita de la felicidad.
Aprendí que la traición
Lleva al cuadrilátero del resentimiento
Induce a buscar la peor venganza
Elevado al mayor exponente.
Aprendí que la envidia divide
Que la crítica resta
La mentira fracciona
Que el odio elimina.
Aprendí que el triángulo del amor
Es una ecuación exponencial
Cuyo resultado es indeterminado
En odios y rivalidades.
Finalmente, permíteme tenerte en el círculo
De mis mejores amigos
Quiero que seas parte
Del volúmen de mi prismático cariño.
Lima, 11 de enero del 2020